jueves, 27 de diciembre de 2018

Carne de fresa

Te extraño, no sólo las rosas y los besos, extraño tus lunares, el brillo de tus ojos, el color de tu cabello. Extraño nuestras noches, nuestros amaneceres, nuestras tardes, nuestros planes, tomarnos de la mano, abrazarnos sin clima, besarnos cuando llueve, y llover juntos con dulce tibieza.
Extraño cuando llegabas de sorpresa, cuando llegabas temprano, cuando llegabas tarde, y cuando llegábamos juntos en un grito. Extraño ese primer beso, las ganas constantes, el deseo permanente, la fidelidad incuestionable.
Extraño tu voz, cada palabra, tu dar gracias a dios por la comida (sabiendo que yo soy atea), lavar los platos, y escondernos del mundo el resto de la tarde. Extraño cuando en lugar de flores me traías fruta, verduras, pan y chocolate, pero sobre todo besos, contigo jamás me faltaron los besos. Daría lo que fuera por volverte a besar.
Extraño que llegaras a mi casa recién perfumado, y que al irte ya no olieras a ti, sino a nosotros. Extraño tu acento y tus manos, tus promesas, tus sorpresas, y lo amada y respetada que siempre me sentí a tu lado.
Te extraño mucho, muchísimo, todo, completo.


miércoles, 4 de julio de 2018

Sueño de una tarde de domingo (ficciones no tan mínimas)

Era un día raro conocí a un hombre increíblemente dulce, demasiado pálido para mi gusto, pero me gustó, alto, ojos claros, labios sumamente carnosos, manos suaves. Lo dudó un rato, pero me besó, con mucha ternura y mucha pasión, compartió su carne con la mía, fuimos trémulos juntos, nos comimos el hambre atrasada, nos pagamos deudas de besos ajenos y fuimos sinceros, veníamos rotos, rasgados, magullados, y aún así tan enteros, con tantas ganas y tanto por dar. Esa tarde nació el amor, lo vimos brotar en los ojos y recorrernos las manos. Ahora yo soy su bella, y él es mi sol.



lunes, 30 de abril de 2018

Deseo (ficciones mínimas)

Todavía huelo a ti, 
mi ropa y mi cuarto huelen a mango dulce, 
todavía siento tu sabor en mis labios,
deliciosa carne de fresa,
quiero volverte a comer.

martes, 17 de abril de 2018

Inicios (bis) (Ficciones mínimas)

-¿Cómo comenzó lo vuestro? -Fue un beso que no buscamos, pero que nos encontró una tarde.

Inicios (Ficciones mínimas)

-"No me da comezón tu pasado, ni angustia el futuro, disfruto la cosquilla de estar en tu presente".
Y así, sin peros, desarmó sus dudas.



miércoles, 21 de marzo de 2018

Sueño de primavera (original de 2016)


Soñaba que eramos poesía, no de esa cursi y melancólica.
Soñé que eramos versos violentos, llenos de fuerza
y que llevábamos a cuestas las ganas y la esperanza.
Soñé que eramos poesía y que andábamos
de boca en boca como debería estar el pan.
Soñé que eramos poesía de amantes diurnos
que no se ocultan para amar, sentir y pensar.
Soñé que nos recitaban tus manos de caricias mariposas
y que mi lengua inquieta nos propagaba por el mundo.
Soñé que eramos de esos versos que exigen más justicia
y que construyen día a día otro mundo, no de fantasía
sino donde quepan muchos otros mundos.
Soñé que eramos poesía y nos soñaba Neruda cuando decía:
“Podrán cortar las flores, pero no podrán detener la primavera.”
Soñé que eramos poesía y que Benedetti nos caminaba cuando escribió:
“Y en la calle codo a codo somos mucho más que dos”.
Soñé que eramos poesía y nos manteníamos firmes y amorosos
como firme y amorosa es la Revolución.
Soñé que eramos poesía sin tiempo, presente en la leche materna, en la risa de un niño,
en los desvelos de los estudiantes, en el trabajo honesto y caldo de pollo.
Soñé que eramos poesía y que todos nos disfrutaban, como se deben disfrutar los derechos.
Y entonces desperté, para que seamos poesía juntos, y hagamos esos sueños realidad.

lunes, 26 de febrero de 2018

De la cocina (ficciones mínimas)

Encontré su nota en la cocina: "Me duele el cuerpo, desde adentro hasta ti."

Petición (ficciones mínimas)

Lluéveme, inúndame, conviértete en brisa y dame besos de chipi chipi, déjame menguar y evaporarme. Dame poesía a cuentagotas y sinceridad a monzones.Comencemos como río, acabemos como el mar.







Vicio (Ficciones mínimas)

-Esto es demasiado -Lo sé, lo siento. Soy experta en propagar mis vicios. -En nuestra defensa, mi vicio eres tú...

viernes, 26 de enero de 2018

Sustantivo: El amor. Verbo: Amar. Adjetivo: Amado-Amable. (Ficciones no tan mínimas)

Sustantivo: Amor
Te miré una noche, sin pensar y sin buscar encontré tus ojos. Tu respiración me llegó entre los árboles, caían las primeras hojas de otoño, aún cálido pero seco. Recuerdo perfecto que te miré y no pude ni quise evitarlo, lo sentí, en un palpitar todo estaba hecho.
Verbo: Amar
Y en lugar de decirte “hola”, te besé, y respondiste mi beso con ansias, sujetaste mi cintura y yo tomé tu rostro, me apretaste, como si ahí mismo quisieras derretirme, y yo no puse resistencia, como si ahí mismo, entre tus manos, pudiera derretirme. Y no fueron los besos, ni las caricias, ni las muchas confesiones dichas, fue encontrar tu alma desnuda y sentir la confianza de mostrarte la mía en iguales condiciones, con sus heridas, sus miedos, sus dudas, pero sobre todo con las inmensas ganas de acercarse a tí.
Adjetivo: Amado-Amable
Nos bañamos en mezcal y naranja, devoramos la piel a besos, con las manos diseñamos nuestros cuerpos, tu fascinación por mis pechos, la mía por tus nalgas. Mirar tus ojos, sentir como miras los míos, escucharte cantarme al oído, mientras me besas, y sentir que te amo, y sentir que me amas, que somos amables, no por la amabilidad, sino por el amor que nos profesamos, sin prometer nada, sin etiquetar nada, entre lo perenne y lo efímero, somos amados.


jueves, 25 de enero de 2018

Remedios (inspirado en Gaby R. Alquicira) A modo de cadáver exquisito

Contra la desilusión, el hastío, el corazón roto, y la falta de voluntad:

Amigos, viajes, soledad, naturaleza.
Tequila, café, silencio.
Memoria, olvido, trabajo, frío.
Bailar mucho, cantar, caminar.
Tacos al pastor, un caldito de pollo, visitar a la mamá, a la abuela, a las amigas.
Un baño de agua calientita.
Mariposas, colibríes, plantas, perros, gatos.
Algo de playa, mucha montaña.
Escribir mucho, no mirar atrás (no sea que te conviertas en piedra o sal).
No buscar más explicaciones, los porqués están sobre la mesa.
Llorar mucho, llorar poco, llorar lo indispensable, y saber cuando parar.
Un tecito, muchas sonrisas, música, muchos orgasmos, abrazos, besos.
Defender la alegría, como Benedetti lo haría.



Caperucita (serie ficciones mínimas)





Sucedió que una noche, un lobo que se creía muy feroz, me confundió con caperucita roja.

Deseo imposible (Ficciones mínimas)

Llama, por favor...