viernes, 26 de enero de 2018

Sustantivo: El amor. Verbo: Amar. Adjetivo: Amado-Amable. (Ficciones no tan mínimas)

Sustantivo: Amor
Te miré una noche, sin pensar y sin buscar encontré tus ojos. Tu respiración me llegó entre los árboles, caían las primeras hojas de otoño, aún cálido pero seco. Recuerdo perfecto que te miré y no pude ni quise evitarlo, lo sentí, en un palpitar todo estaba hecho.
Verbo: Amar
Y en lugar de decirte “hola”, te besé, y respondiste mi beso con ansias, sujetaste mi cintura y yo tomé tu rostro, me apretaste, como si ahí mismo quisieras derretirme, y yo no puse resistencia, como si ahí mismo, entre tus manos, pudiera derretirme. Y no fueron los besos, ni las caricias, ni las muchas confesiones dichas, fue encontrar tu alma desnuda y sentir la confianza de mostrarte la mía en iguales condiciones, con sus heridas, sus miedos, sus dudas, pero sobre todo con las inmensas ganas de acercarse a tí.
Adjetivo: Amado-Amable
Nos bañamos en mezcal y naranja, devoramos la piel a besos, con las manos diseñamos nuestros cuerpos, tu fascinación por mis pechos, la mía por tus nalgas. Mirar tus ojos, sentir como miras los míos, escucharte cantarme al oído, mientras me besas, y sentir que te amo, y sentir que me amas, que somos amables, no por la amabilidad, sino por el amor que nos profesamos, sin prometer nada, sin etiquetar nada, entre lo perenne y lo efímero, somos amados.


jueves, 25 de enero de 2018

Remedios (inspirado en Gaby R. Alquicira) A modo de cadáver exquisito

Contra la desilusión, el hastío, el corazón roto, y la falta de voluntad:

Amigos, viajes, soledad, naturaleza.
Tequila, café, silencio.
Memoria, olvido, trabajo, frío.
Bailar mucho, cantar, caminar.
Tacos al pastor, un caldito de pollo, visitar a la mamá, a la abuela, a las amigas.
Un baño de agua calientita.
Mariposas, colibríes, plantas, perros, gatos.
Algo de playa, mucha montaña.
Escribir mucho, no mirar atrás (no sea que te conviertas en piedra o sal).
No buscar más explicaciones, los porqués están sobre la mesa.
Llorar mucho, llorar poco, llorar lo indispensable, y saber cuando parar.
Un tecito, muchas sonrisas, música, muchos orgasmos, abrazos, besos.
Defender la alegría, como Benedetti lo haría.



Caperucita (serie ficciones mínimas)





Sucedió que una noche, un lobo que se creía muy feroz, me confundió con caperucita roja.

Deseo imposible (Ficciones mínimas)

Llama, por favor...