martes, 24 de diciembre de 2024

Quédate (Ficciones mínimas)

De todos los "quédate" de mi vida, el que no supo pronunciar tu amor, fue el que más me dolió, ojos de girasol.

domingo, 8 de diciembre de 2024

Señal (Ficciones mínimas)

Te odio un poco, señal de lo mucho que todavía te quiero.

Una serie de eventos (Ficciones no tan mínimas)

Sucedió, nos encontramos en la calle y un rayo me partió, primero no me viste, detrás de las flores, y tuve el impulso de correr y alcanzarte, pero me frenó el no encontrar una razón. Después caminando nos topamos de frente y me dedicaste una sonrisa triste, y tomandote ligeramente por la cintura te di un beso en la mejilla, siguiendo adelante y repitiendome que no debía mirar atrás. Fue necesario volver a pasar por ahí, miré tus ojos sorprendido y giré a la derecha, cuando volví a mirarte tecleabas en tu celular y sonreías cálidamente, corrí a mi teléfono pensando que me mandarías un mensaje pero no fue así... Avancé, con el corazón rebalsado por todos los escenarios posibles que mi mente imaginó sobre esa sonrisa. Más adelante necesité esperar, y volví a ver tu cara entre la gente, me viste y con un gesto de la mano te despedías, correspondí, pero me viste sola y cambiaste tu camino. No sé para qué te me acercaste, por qué me abrazaste, no me pude contener y lloré en tus brazos, y me humillé diciendo que te extrañaba, supe que fue humillante por los 3 segundos ue tardaste en soltar ese "yo también" que sonó forzado e incómodo en tu voz. Me diste tres besos para poder irte, dos en las mejillas y uno en la frente, yo sólo pude darte 2, no tuve corazón para más, entonces me abrazaste y te despediste, lloré y la espera terminó, caminé a casa con el pretexto de haber bostezado para evadir preguntas. Llegando a casa me prometí no llorar hasta caer la noche, y me llené de trabajo. Cuando llegó el momento no pude llorar, no había lágrimas que acompasaran el dolor, y me fui a dormir. Me levantó la madrugada y fui a asomarme a aquella ventana. Descubrí que tú sonrisa cálida se ve más feliz que nunca, pleno, con la mirada que alguna vez sentí mía... Estás tan feliz con ella. Sigo sin entender por qué te me acercaste hoy, y hace más de un año, si siempre fuiste sólo suyo. Ahora sí puedo llorar. 

Monzón (Ficciones mínimas)

Quiero encerrarme y llover toda esta tristeza (porque llorar es completamente insuficiente). Me voy a volver un silencioso monzón.

jueves, 21 de noviembre de 2024

Prueba (Ficciones mínimas)

Me cuesta trabajo reconocer que no son una fila de excepciones, sino la muestra tangible de la regla.

El problema fue (Ficciones mínimas)

El problema fue que no estuve dispuesta a fingir que era algo que no podía ofrecerte ser. No pude pretender que sentía algo diferente, que quería algo diferente. No fui capaz de aparentar... Ni tú fuiste capaz de asumir tu parte, el lado obsuro de tu alma, lo bien que se sentía eso que era incorrecto; no fuiste capaz de asumir que no eras el bueno del cuento, sino el humano tangible. Yo no me pude achicar, y tú preferiste quedarte inmóvil y mudo con tus decisiones... Preferiste perderme antes que quererme valientemente, y yo preferí perderte a conformarme con ser tu error (el más delicioso, pero al final un error que te daba culpa y arrepentimiento).

martes, 12 de noviembre de 2024

Destino (Ficciones mínimas)

Le pregunté al destino si ibas a volver conmigo, dijo que no.
 Pregunté si ibas a volver a buscarme, dijo que no.
 Pregunté si me quieres, dijo que sí.
 Pregunté si me extrañas, dijo que no.
 Pregunté si eres feliz con ella, dijo que sí. 

 Me dolió, me enojé con el destino, pero no puedo dejar de confiar en él.

domingo, 10 de noviembre de 2024

A ti o a mí (Ficciones mínimas)

Aquí sólo hay de dos, o te mientes a ti mismo cuando dices que soy sólo una amiga con quién te equivocas seguido, o me mentiste a mí cuando me hiciste sentir la mujer más preciosa, amada, y deseada del mundo. 

martes, 5 de noviembre de 2024

Epifanía (Ficciones mínimas)

Durante esta historia transitamos varias veces el mismo ciclo, al final tuve que aceptar lo evidente, sacrificabas siempre la relación que te gustaba por salvar la relación que te importaba, pero ninguna de las dos se trataba ya de amor.

lunes, 4 de noviembre de 2024

Nada Fácil (Ficciones mínimas)

No creí que me sentiría así, redescubriendo los silencios, los espacios donde no digo una palabra, las conversaciones que ya no existen, el tiempo que ya no reservo para ti.
No creí que estaría de nuevo explorando las lágrimas cortas, los vacíos profundos, los orgasmos a solas, las horas grises que ocupo sobrepensando y desbaratando intuiciones.
Creo que la peor parte es la impotencia que acompaña a la duda, la sensación de que no te importó nada, mucho menos perderme, que verme partir te dió alivio. Ese último silencio realmente me partió.
No es nada fácil reconstruir la vida que vivía antes de ti, ni siquiera sé si es posible, sólo sé que no puedo esconderme de la vida cuando tú jamás volverás a buscarme.

domingo, 3 de noviembre de 2024

Fantasma (Ficciones mínimas)

Hoy me asusté, me encontré a un fantasma y mi piel se erizó, era una sonrisa tan parecida a la tuya, con esa mueca retorcida que tanto me gustaba, la manera de lamer sus labios mientras sus ojos devoraban mi boca. El tono de su voz que me hizo pensar en la tuya, la manera en que su mano acaricia por un segundo mi piel, casi sin querer, pero sin evitarlo. Su expresión al sentir mi mano deslizarse por su brazo. Hablar de un amor que no era nuestro, desviando miradas cuando los cuerpos bailan sin música, y se acercan, y se asechan. Se parecía tanto a ti, que tuve el impulso de salir corriendo, le dí gracias al universo de que él no fueras tú.

miércoles, 9 de octubre de 2024

A veces (Ficciones no tan mínimas)

A veces pienso en ti, aunque casi todo el tiempo juro que te olvido. Ciertamente la lluvia ya no significa lo mismo, hemos conocido, amado y sufrido a otras personas, hemos llorado, reído y gemido con otras pieles. Nos ha pasado la vida desde la última vez que nos quisimos, si es que alguna vez me quisiste sinceramente. Hace poco pensé en el último beso que me robaste, nunca admitiría fuera de aquí que sentí la misma electricidad del primero que yo te robé a ti. 
A veces te olvidó, aunque casi todo el tiempo niego que me acuerdo de vez en cuando de ti. Estás en la gente que veo en la calle, en ese compañero nuevo de trabajo que se parece tanto a ti, y al que evito cada que se me acerca. Hay algunas canciones que he dejado de escuchar porque más que gritarme tu nombre, me recordaban duramente lo que llegué a sentir.
A veces se me olvida que hice de todo por evitarte, dejé de frecuentar lugares por dónde me daba miedo encontrarte, y a veces venzo el miedo y compro boletos para el concierto de aquella banda que me hizo aceptar la primera cita que no tuvimos. 
A veces recuerdo cuando me tomaba personal todas las cosas que publicabas y decías, y siento lástima por pensar que aquellos alcatraces eran para mí, cuando ni siquiera eran tuyos. Y a veces aún  quiero ver tus fotos y saber de ti, pero recuerdo perfectamente tus últimas palabras y la solicitud de nunca verme volver, ni saber de mí en ninguna forma, y se me pasa en un pequeño acto de dignidad, al que a veces también le digo proceso de soltar.
A veces todavía escucho algunas playlist y le pido al universo que seas feliz, que tengas salud y que todo te vaya bien, en nombre de todo lo que a veces creí que sentías por mí y que por mucho tiempo honestamente sentí por ti.


¿Y ahora qué? (Ficciones mínimas)

Y ahora qué pretexto vas a poner para colarte en mis sueños y arrancarme de los brazos de Morfeo por la madrugada. Con qué excusa vas a segu...